Pobre mí inocente corazón, al conocerte supo que antes de ti jamás se enamoró. Al menos no hasta que no pudo evitar el hecho de que a ti se abalanzó, comenzando lo que para mí sería la más larga perdición. Esa fue una historia de hace años que terminó con lo que hoy son crónicas de lo que alguna vez fue un corazón. (Actualización diaria)