Pase literalmente pensando que mi vida era la más normal y aburrida del mundo. De mi casa al nido, del nido a mi casa; de mi casa al colegio, del colegio a mi casa; de mi casa a la universidad, de la universidad a mi casa. Pensé que mi vida y yo no éramos tan importantes, todo era una rutina, absolutamente todo. Hasta que conocí a MI DEMONIO GUARDIÁN.