Para conseguir su libertad, Marisa deberá convertirse en la primera dama. Para cualquier mujer, casarse con su crush de adolescencia debe ser un sueño hecho realidad, pero para Marisa se convertirá en una verdadera pesadilla. Alejandro no es el hombre encantador que ella imaginaba desde que tiene memoria, pero eso no lo supo hasta después de cuantos años cuando este le rompió el corazón. Es por eso que cuando se encuentra en graves problemas y su única salvación es casarse con Alejandro, descubre que convertirse en la mujer del presidente le traerá muchos problemas.