Escribir poesía es desafiar el sentido práctico y rutinario de la vida. Es salvarse y salvarnos de la mediocridad y el aburrimiento. Es redescubrir la belleza tejiendo palabras para crear y revelarnos de un modo profundo y silencioso. Alguna vez lei que siempre estamos buscando en la lectura el descubrirnos en otros, el saber que no estamos solos en nuestros dolores y nuestras tristezas, en nuestras nostalgias, en nuestros recuerdos. Estos versos están dedicados a las mujeres y esa vocación romántica que no nos abandona jamás y que nos hace revivir una y mil veces la emoción del primer amor, ese que para siempre vive en un rincón secreto del alma.