Hubo un día en que tuve tanto que decir que las palabras no me alcanzaron, de esas veces que el lenguaje no basta para expresar lo que te quema por dentro. Empecé a escribir para no decirle cosas que le hicieran daño, para no olvidar las tantas razones por las cuales lo había perdonado y algunas veces recordar el por qué le había amado. El tiempo fue pasando, los destinatarios fueron cambiando e historias de otros se fueron agregando. Las páginas fueron creciendo y al entrar aquí me he dado cuenta de la cantidad de amor y desamor que en palabras, la mayoria nos guardamos. Si fuera tu última oportunidad..... Si pudieras decirle lo que nunca pudiste.... QUÉ DIRIA LA CARTA QUE NUNCA ENTREGASTE?