Senku sabía que ella seguía ahí, esperando volver a ver la luz del sol. Estaba diez mil millones por ciento seguro de que más allá estaba escondida la mujer de piedra que se repetía en su cabeza una y otra vez. Senku tenía fé de que en algún lugar de Japón su cuerpo petrificado se encontraba inerte. Su principal prioridad era volver el mundo a la normalidad, sin embargo, encontrar al amor de su vida también era una de ellas, y no descansaría ni un segundo hasta encontrarla y despetrificarla de una vez por todas. «Los escritos de Senku» «HelloIAmShiro»