Las noches en Aguasturbias eran mucho menos seguras que el día. Es moneda común encontrar uno que otro cadáver flotando en las aguas al amanecer, con los bolsillos vacíos y la garganta cortada. La noche suele ser la hora favorita de los depredadores para cazar, el abrigo sigiloso que brinda la oscuridad, un arma letal bien aprovechada. En la noche, los depredadores acechan a sus presas en cada rincón oscuro, las siguen de cerca a través de las sombras observando como el miedo aumenta con cada latido de sus corazones. Esos depredadores nunca fallan, regresan a sus escondites lejos de la luz del día con el estómago lleno, satisfechos. Al menos, ese era el estilo de caza que Nami conocía, el más eficaz e infalible. Sin embargo, nunca se es demasiado tarde para aprender nuevos métodos... O pasar una buena noche al menos, junto a tu espectro asesino favorito. Arte de la portada: Sin+300g (Twitter - Weibo)