Los sollozos y lamentos retumbaban en las finas paredes de hormigón, cubiertas de una capa de mármol, aún, como si de un fantasma se tratase, la voz del príncipe atravesaba los muros. Era hermoso sentirse libre ¿no es cierto? Su cabeza mecía todavía el mensaje que acababa de mandar, le urgía una liberación detonante ¿lo satisface? -Let's start a revolution -.