Los Dursley no eran los únicos parientes restantes de Hadrian, como resultado los Cullen eran un nombre ancestral en la familia Potter, y cuando los Dursley abandonaron a Hadrian en un orfanato a la edad de siete años Carlisle aceptó hacerse cargo de Hadrian y adoptarlo. Hadrian recibió su carta de Hogwarts a los once años, y mientras su familia se muda a Forks, Hadrian asiste a Hogwarts escuela de magia y hechicería en Escocia. Hadrian les escribe regularmente, y todos los veranos, días festivos, fines de semana libres, y eventos familiares, él acude a casa, pero después de que Hadrian regresara a Hogwarts para su sexto año las cosas comienzan a cambiar. Sus cartas se vuelven más cortas, sus llamadas menos frecuentes, y siempre tenía una escusa para no visitarlos. Parece como si Hadrian se estuviera apartando de ellos, y ninguno de los Cullen sabía el por qué. No es hasta el final del séptimo año que él finalmente llega a casa con ellos.
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