La vida no está destinada a ser fácil, pero para Park Leeteuk los dos últimos años han sido un auténtico infierno. La única luz que brilla en su vida, su preciosa hija, Naeun. Decidiendo que necesita un descanso limpio, Teuk consigue un nuevo trabajo en un pequeño pueblo llamado Cheonan con la esperanza de que puedan establecerse y vivir una vida tranquila. Entre la preocupación por el comportamiento cada vez más errático de uno de sus hermanos y el hecho de ver constantemente a los otros dos besándose con sus compañeros, Kim KangIn está dispuesto a tirarse de los pelos. Lo único que quería en la vida era una pareja y una familia. Cuando su deseo es finalmente respondido con la llegada de Leeteuk, KangIn descubre de primera mano hasta qué punto el odio y la intolerancia pueden llevar a algunas personas. Pero la vida no estaba destinada a ser fácil y KangIn protegería lo que era suyo hasta el final.