Malcom Aldrich, duque de Kent, no puede perdonar la traición de Hailee Gambarini y aceptar al vástago que engendró bajo engaños, por lo que tiene pensado sacarlos de su vida y de Inglaterra para siempre. Después de diez años viajando por el continente, Malcom debe volver a Londres para inventar la trágica muerte de su esposa y primogénito, y así poder acomodar silenciosamente al hijo bastardo que está en camino como su nuevo heredero. No obstante, nunca se imaginó que volver a verla generaría un sinfín de contradicciones en su ser, ni mucho menos que Hailee se mostraría tan ansiosa y dispuesta a hacer lo que fuera con tal de obtener su preciada libertad.