Antonella vivía una vida normal como cualquier adolescente, sintiéndose completa por estar rodeada de su familia y amigos. Siendo buena hija, sobria, nieta y estudiante pero sin imaginar que su felicidad le duraría poco, ya que tiempo después todo empeoró quedando sin casa, sin estudio, sin familia, sin amigos y desvaneciéndose en el proceso hasta que se rindió, por que literal todo lo que le paso fue como un huracán llevándose todo a su paso quedándose con cenizas en las cuales no pudo renacer para enfrentar de manera diferente la vida.