Katsuki lo ha arruinado, nunca debió enamorarse de su amigo de la infancia. Verlo reír junto a Ochako, verlo enrojecer cada que se acerca. No es correspondido. Sus sentimientos se desbordan y termina derramando amargas lágrimas frente al chico que menos soporta por no tomarlo en serio. Shōto quiere ayudar al rubio y entender el motivo de sus lágrimas, empieza a acercarse y, cuando menos se da cuenta, termina enamorado. No es correspondido. Mas un día un rumor rompe su corazón. Katsuki y Eijirō están saliendo.