«Los juegos de poder son muy entretenidos si sabes a quién debes sacrificar» Allí donde los mortales mueren por culpa del hambre, las enfermedades y las deudas al Rey; allí hacia donde los mestizos huyen y se camuflan tras apariencias mundanas. Allí se encuentra ella. La mercenaria. La que se esconde. La que decide olvidar cada vez. Ella solo trabaja por dinero, por poder. No recuerda ningún momento de su vida en el que la codicia no haya decidido por delante de su razón, incluso en las memeces. Pero entonces conoce al extraño que sin nombre ni origen, y de pronto se ve liada en un trato que le resulta imposible ignorar. ¿Cuál es el precio de la traición? ¿Podrá el deseo superar al resto de pecados?