Maiko no estaba segura de cual de los gemelos le había robado el corazón ya que este latía desenfrenadamente cuando se topaba con uno de ellos, pero no a podido resolver sus dudas ya nunca los a encontrado juntos. Una noche pide un deseo arrodillada frente a su cama, pide un guía que le indique que camino tomar y como calmar a su desbocado corazón.