Kendall es mi nombre, soy el jefe de la mafia Rusa, mi físico intimida a cualquiera y podría bajarle las bragas a cualquier chica solo con decirle al oído cosas sucias. Las mujeres son mi debilidad, me gustan todas y eso es lo mejor de todo, que puedo elegir una para cada día. Eso era lo que yo pensaba hasta que llegó ella. Solo decir su nombre hace que comience a caminar en las nubes, su rostro están tierno y su cuerpo tan maduro que me vuelve loco.