Ojos imposibles, como el oro incandescente. Un medallón colgando del cuello y dos espadas, plata para los monstruos y acero para los humanos, a la espalda. Lan Huan, conocido por todo el Continente como Lan XiChen, recorre la Senda de los brujos con una máxima grabada a fuego en el corazón y en el filo de sus espadas: matar a los monstruos, ayudar a las personas. Cuando desembarca en las islas salvajes del archipiélago de Yunmeng y se encuentra con una sirena de ojos amatistas, todo su mundo se tambalea bajo, tan solo, una pregunta. ¿Cuáles son los verdaderos monstruos?
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