Anne Boonchuy siempre fue una chica muy fantasiosa, le gustaba pensar en cuentos de hadas, de esos de los que eres una princesa atrapada y necesitas que un príncipe te rescate, cuando tenía diecisiete años se dió cuenta de que sí se cumpliría, pero no de la manera que ella esperaba... Marcy Wu en cambio, nunca fantaseaba con nada, no le interesó lo más mínimo un hombre, y tampoco una mujer, así que dió por echo desde hace unos años que era aroace. Pero los caminos de estas chicas se juntan y ya no podrán hacer nada para rechazar su amor...