Luz no podía dormir, la conversación de hace unos días con su madre la había llenado de nervios e ilusión, pero también de miedo. Tras el éxito del hotel de su familia en Madrid, habían tomado la decisión de ampliar el negocio y crear una cadena de hoteles, uno de ellos de estilo rural y situado en Vera, su pueblo natal. Sabía que era su oportunidad de dedicarse únicamente a la cocina y llegar a ser la chef de este, por eso gastó gran parte de sus ahorros en inscribirse a una academia de cocina de alto prestigio localizada a las afueras de Vera.