Ella era una de las más leales servidoras del Señor de las Tinieblas, una guerrera temible y respetada que cumplía sus órdenes sin cuestionar. Él era el duque del infierno, el más temido y odiado de todos los demonios. Su nombre era sinónimo de muerte y destrucción, y nadie se atrevía a desafiarlo. Su único placer era hacer sufrir a sus enemigos, y no conocía la compasión ni el perdón. Ellos no sabían que su destino estaba escrito desde antes de que se conocieran, y que sus vidas estaban entrelazadas por una profecía antigua. Ellos no sabían que sus enemigos eran más poderosos de lo que imaginaban, y que sus aliados eran más traicioneros de lo que creían. ¿Podrán superar los obstáculos que se interponen entre ellos y su amor? ¿O serán víctimas de una muerte anunciada?
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