Hinata lo amaba, amaba con locura a su novio Naruto, aún así casarse después de solo un mes parecía demasiado apresurado. Era muy poco el tiempo de conocerse, pero decidió ignorar todas sus dudas y aceptarlo. Solo esperaba ser feliz junto a su esposo aunque no todo fue un cuento de hadas como ella pensaba. Después de un terrible acontecimiento el amor había terminado tan abruptamente como había empezado. Ahora Hinata solo tenía recuerdos a los cuales aferrarse. Deseaba que los mismos la siguieran uniendo a Naruto. Y Naruto debía decidir si los recuerdos falsos o verdaderos que lo unían a Hinata eran amor real.