Lady Elizabeth siempre supo desde su tierna infancia que contraeria nupcias con un perfecto caballero inglés, le daría un heredero que llevara el impoluto nombre familiar, se encargaria de la crianza de sus hijos y su casa. Fue educada para ser la dama perfecta y correcta que se esperaba de la hija de un duque. Ella creía que si seguía las reglas todo iba a seguir su curso natural. Su plan iba resultando de maravilla hasta que se vio abandonada por el hombre que decía amarla y tres años después seguía sin reponerse de ese desplante con el único consuelo de su grupo de amigas que si bien no eran las damas más destacadas damas de sociedad se habían ganado un lugar en su corazón herido. Blake Pears, Americano de nacimiento, reconocía las oportunidades cuando las veía e Inglaterra era lo que necesitaba para seguir amasando la gran fortuna familiar. Desde la primera vez que pisaron tierra en ese país supo que era el lugar donde debía estar. Amaba la ingeniería y las ciencias, por eso al darse cuenta el incio de las operaciones del Stockton and Darlington, una locomotora capaz de transportar minerales por 15 millas mucho más rápido y eficiente que cualquier caballo, tomo la primera oportunidad para ser parte de esa nueva era que auguraba cambios. Sus caminos se verán entrelazados de manera inesperada, causando que la animosidad natural entre ambos crezca hasta convertirse en resentimiento para uno y vergüenza para el otro ¿Podrá el amor superar los prejuicios.