En un universo que se rige por un Dios, este crea a sus ángeles, cada uno de ellos pertenecía a la casta de los Alphas y le servían sin chistar, pero Dios no estaba cómodo con eso. Más tarde, creó a Lilith, la primer mujer Alpha que vivía en sus jardines del Edén, y para acompañarla, creo a Lucifer, el primer Omega, esposo de Lilith por orden divina. Lucifer no era feliz con la mujer rubia que se creía superior a él, y él Ángel favorito de Dios, Alastor, lo notó de inmediato. Lejos de esos jardines, dos seres se juraron amor eterno y serían condenados por ello.