A Sadie le molestaban los fuertes gemidos que provenían del apartamento de su vecina Saskia. Sadie necesitaba levantarse temprano para una entrevista importante a la mañana siguiente y estaba desesperada por dormir un poco. Sin embargo, Saskia no la dejaba descansar, ya que sus gemidos fueron constantes durante toda la noche, en un acto de desesperación, Sadie decidió tocar la puerta de Saskia para pedirle que hiciera menos ruido, pero terminaron teniendo una conversación un tanto extraña. Saskia le dio la peor excusa del mundo a Sadie, pero después de hablar con su vecina después de tanto tiempo simplemente escuchándola y memorizando su rutina, Sadie seguía pensando en que su vecina era una persona misteriosa e interesante, mientras intentaba dejar de pensar en ella.Sadie tendrá que lidiar con problemas en el trabajo y Saskia con su posible despido.