En cuanto la vi me quedé espantada; mi madrina se la había regalado a mi hermana y ella estaba feliz, pero yo sabía que esa cosa no era normal, había algo malévolo en sus ojos y su sonrisa dibujada...
Ella tenía algo especial, debi verlo cuando mi madre la llamo mi destino, sus ojos me hechizaron y ahora soy incapaz de dejarla ir
-Dejame ir con un demonio
-No te irás mi pequeña perdición