«Una joven con los ojos blancos como la nieve, mirando hacia el cielo nocturno y empuñando una espada de plata. Y ese cielo estaba limpio, limpio de nubes pero también de estrellas. Por último, presidiéndolo todo como un juez imparcial, una enorme Luna teñida de sangre.» *** Una noche de primavera, Ash llega al pequeño pueblo de Diana, una chica ciega que padece una terrible enfermedad que está acabando con su corazón. Sus condiciones le impiden salir de su habitación, pero todo cambia cuando él llega con la noticia de la desaparición de las estrellas, en la que están envueltos dos pueblos enemigos y una antigua profecía de la que Diana es objeto. Sólo de ella depende el futuro del mundo. Sólo de ella depende su propio futuro. O al menos, eso es lo que parece.