Nicky Roth siempre ha sido un niño solitario. Pero eso todo cambia cuando él y su familia se mudan a Raven Brooks y conocen a sus vecinos excéntricos, los Petersons. Nicky se hace amigo del hijo de los Peterson, Aaron, uniéndose por sus talentos para jugar. Pronto los niños son inseparables y usan sus habilidades para hacer bromas a la gente del pueblo. Pero algo sobre Aaron molesta a Nicky: la gente parece casi miedo de él y de su familia. A través de fragmentos de Aaron y muchas detecciones en los archivos de la ciudad, Nicky descubre un pasado oscuro que persigue a sus vecinos, una racha de mala suerte que no parecen temblar. Aaron piensa que eso es todo detrás de ellos ahora, pero Nicky tiene la sensación de que los Petersons están destinados a otra tragedia.