En el año 1200 a.C., un grupo de valientes mujeres guerreras, conocidas como las Guerreras del Dragón, protegían su tierra de la Sombra, una entidad oscura que buscaba el poder absoluto. Estas guerreras montaban dragones y eran la última defensa contra la oscuridad. Un niño llamado Arian nació con un vínculo único con un dragón llamado Fyrn, algo nunca visto antes. Juntos, Arian y Fyrn se convirtieron en la clave para derrotar a la Sombra. Con la ayuda de las Guerreras del Dragón, emprendieron una misión peligrosa para destruir la fuente del poder de la Sombra y restaurar la paz en su tierra.