Contrato para ingratos.

-Él, un iluso que se deslumbra con la ilusión de una conexión verdadera- me reclino en mi asiento y cruzo mi pierna derecha sobre la izquierda- Yo, solo un ejecutor de mi labor, sin emociones ni compromisos. No es mi culpa que él me llamara...- me quedo unos segundos en silencio tratando de recordarlo- no estoy seguro de si dijo que yo era un sueño o una alucinación, no lo recuerdo- suspiro y miro en contrato en mi mano unos segundos antes de desviar mi mirada hacia él - ¿Qué importa? No soy yo quien se deja arrastrar por el rencor de un amor que nunca pasó- suspiro y bebo del líquido rojo que reposa en la copa en mi otra mano izquierda, después de beberlo, lo remuevo un poco- Que ridículo, pensar que alguien como yo podría ser vulnerable al dolor de un corazón roto- me quedo en silencio unos segundos- No soy yo quien hace cosas desesperadas por una autoestima que se tambalea. Los humanos son estúpidos, y su desgracia me divierte- sonrío de la manera más cínica posible- Es un espectáculo cómico, una comedia de errores y miedos que yo observo con cinismo.

-Pero- lo miro con mi expresión seria, sintiendo una pequeña mezcla de emociones- ¿y si él no está tan equivocado como parece?- aprieto mi agarre sobre la copa que puso en mi mano hace unos segundos- ¿Y si eres tú el iluso que se cree por encima de la ley de la humanidad?