Todo era amor y felicidad, hasta que decidí pasar por el pasillo de mi casa. —Catherine iras a un Instituto. —Claro mamá— Esperen un segundo— ¡Queee!. —Si, no es por que seas problemática ni nada de eso, es sólo que tendré más trabajo, no tendría trabajo para ti, lo siento— Me dijo mi mamá con mucha honestidad. —Esta bien mama, y donde esta el Instituto— Le pregunté —En Londres— Oh oh —Que no, no me digas que con Sofía— le dije muy preocupada no es que no me agrade, pero si no me agrada mucho —Lo siento. —No mamá, la tía Bety noooo.