-¿Cómo estás? -Estoy... -¿Debo preocuparme? -Si Hubo un inmenso silencio atormentando por todas partes, juegos de miradas con la grimas que suplicaban diferentes cosas, hasta que soltó -Adiós, espero que entiendas -No lo haré Se alejó de mi, esperé a no verla, lagrimas escurrían pero me había ganado la vida, -Adiós Murmuré, muy para mis adentros