Cada día Harry toma el mismo bus hacía la universidad, cada día sube los mismo escalones se pone los audífonos y se olvida del mundo por una larga hora se sabe perfectamente el camino de casa a la universidad, pero en realidad nunca pone atención porque su cabeza se encuentra cantando canciones. Entonces un día cuando sus auriculares se descomponen, él nota algo: el guapo conductor del autobús. .... mi primer Zarry, no me maten.