PRÓLOGO: Yo no elegí nada, y muchos menos elegí que fueses tu y es que cuando todo te viene de cara y cuesta arriba, no es tan fácil ignorar todo lo de tu alrededor, incluyéndote a ti. Me creía capaz de poder controlarme, controlar mis impulsos hacia ti,y te creí capaz a ti también, por un momento creía que habías desecho el cuento por miedo a ser feliz, él miedo es capaz de hacerte perder y hacerte creer que estás ganando, es capaz de no dejarte ver aún teniendo los ojos abiertos. El cuento a veces suena tan bien que te confunde y te lo estás empezando a creer, hasta yo dudo por momentos.