-Hola, mi nombre es Sofía Altamirano Villaroel, tengo 19 años, amo el teatro, actuar es mi pasión, soy hija (si se le puede llamar así) de padres adinerados, cuya única preocupación es mantener la clase, y el estatus económico en orden, su palabra es sagrada, aveces siento como si no me quisieran y no logro entender ¿porque?....
-Elízabeth es mi hermana, solo le importa ella, es la preferida, la que los complace en todo, y siempre obtiene lo que quiere.
-Mi novio Axel, es muy lindo, un poco engreído para mi gusto, no estoy muy segura de amarlo, pero estamos comprometidos por decisión de mis padres obviamente, porque él calza perfectamente con lo deseado por ellos, en lo que respecta a dinero.
-Mi mejor amiga Melissa es mi gran apoyo, si no la tuviera, no sé lo que haría......
-Tengo un pasado doloroso, que me llena de amargura y vergüenza, por eso no hablo del tema, entre menos personas lo sepan mejor...es una herida que aún no cierra...y gracias a ello, cubro mi dolor y fragilidad con actitudes no precisamente que me gustan, pero que me ayudan a defenderme....
-Toda mi vida he crecido en lujo, creyendo que eso era lo más importante, aunque no me sintiera a gusto, hasta que conocí a Christian, el chico menos esperado que vino a cambiarlo todo, y de una manera tan accidentada, pero convirtiéndose en lo más real que había tenido...
-Hola, yo soy Christian, tengo 25 años, vivo con mi madre querida que está enferma, y necesita medicamentos caros para nuestra posición económica, mi padre murió hace 7 años, y desde entonces yo soy el responsable de ella, me duele verla sufrir, soñaba ser Ingeniero industrial, pero no se pudo, busco trabajo en lo que sea, la dura situación que enfrento me lleva a cometer un error del que me arrepentiré siempre, pero el cuál me ayuda a conocer más a Sofía, mi ángel y terminaré más cerca de ella de la manera menos pensada...
Valía la pena romper todas esas reglas por un chico como él.
Regla numero uno: Nada de citas a ciegas.
Después de haberse enfrentado a muchas citas a ciegas obligada por sus amigas Marina Allier no está dispuesta a volver a tener otra cita a ciegas con ninguno de los chicos de su instituto... Hasta que su mejor amiga le pidió un favor y conoció Alberto Gritti. Si hubiera sabido lo guapísimo que era, no habría protestado.
Regla numero dos: Nada de besos en la primera cita.
El problema fue que después de una sola cita con Alberto, Marina quería mucho más que besos lo cual debería haber sido motivo suficiente para no tener una segunda cita. Pero no lo fue.
Regla numero tres: Nada de enamorarse.
Marina había decidido tener un romance sin ataduras hasta que Alberto empezó a hablar de amor.