Eres ese nombre grabado en este viejo tronco de madera, ese árbol viejo lleno de arañazos por exceso de vida, ese árbol que en el mismo bosque acompañado de sombra te espera, te fuistes y desde sus hojas solo ve las huellas que escribieron tu partida, mis entrañas no las alimentaban ni el agua ni la tierra, era la felicidad que derramabas y que en mí caía, esas sonrisas, las risas que el viento venía a atrapar, que al cesar una sincera mirada tuya solía dejar, puede que de ti solo tus huellas estén, pero el camino hacia mi será el mismo, porque soy un arból y pase lo que pase aqui estaré, porque tus sentimientos a mis raíces enseñó lo que es estar contigo.