Ahi como cada tarde cuarto para las siete, aguardaba nuestro protagonista, gafas oscuras por el desvelo, cigarrillo en boca por los nervios, aguardaba bajo la sombra penunbral del arbol aquel, justo frente al lugar de trabajo de aquella agraciada, diran, como se le puede llamar asi a una mujer acosada, pues no, nuestro protagonista para que lo sepan es todo un caballero, poco sensual, pocas palabras, pero con un toque enamoradiso que a nadie podia negar, esta no era su victima, era una cita a ciegas pero que si contenia muy planeadamente, un final muy placentero, si asi lo quieren ver. Nuestra dama entregada al trabajo, habia olvidado de los placeres, el cafe le sabia agua, del alcohol no hablaremos puesto que con ese si se ponia a charlar, largas horas, en la terraza de su departamento o en la orilla del mar, no importando fuera media noche, ahi estaban con medio tinto, en la arena, el caballero en camisa y tirantes, nuestra dama en bikini, soplandole el pelo alborotado, pronto necesito la gabardina del caballero, habian pasado 2 six y tres tintos, no se veia la hora de recurrir a Morfeo, cosa que no era para el, pues casi no coinciliaba el sueñoTodos los derechos reservados