Harry sabía que el amor nunca había sido sobre solo sonreír, y cuando conoció a Louis Tomlinson la vida le demostró que no había estado equivocado. Amar nunca debió haber sido limitado, y para Harry Styles quince años nunca fueron suficientes. Durante ese tiempo, aprendieron a sostenerse el uno al otro. Harry aprendió a sostener a alguien fuertemente hasta dejarlo ir.