Querido Viento: Quiero contarte una historia, porque me han dicho que las palabras te las llevas tú, así que vengo a entregarte un montón, llévatelas por favor, llévate esta historia y, de ser posible, llévame a mí con ella. Llévate el humo que quedo de este fuego y las hojas secas que no alcanzamos a pisotear. Llévate a las sombras que no paran de danzar. Te lo ruega, Sussan Miller.