¿Para qué nos aferramos a un imposible? ¿Para qué intentar recoger las cenizas de lo perdido? ¿Para qué seguir teniendo la ilusión de recuperar lo ya extinto? No dejaba de hacerme las mismas preguntas desde que te fuiste... ¿Qué mata más rápido? ¿Un cuchillo o una la primera decepción amorosa? ¿Cuál duele menos? Y aún teniendo las respuesta... Yo te sigo amando.