Graduaciones, las graduaciones no son malas, mas bien todo lo contrario, las graduaciones significan que terminamos una etapa de nuestra vida para poder seguir con la siguiente, a mi parecer es atravesar finalmente esas puertas que te llevan a una vida de adulto, una vida donde finalmente tienes la libertad de trabajar, ganar tu propio dinero e irte de casa de tus padres, porque si, para eso ahorramos la mayoría. Lo que en realidad me parece innecesario de todo este asunto de las graduaciones son las fiestas que organiza la escuela de la que te estás deshaciendo; llegar bien vestido a un horrible salón que contrataron a última hora, tener que sentarse tan cerca de tus familiares que hasta puedes escuchar como tu mamá habla de lo orgullosa que esta de su hijo, aunque hayas pasado apenas tus materias; por unas horas sólo limitarte a hablar con los pocos amigos que tienes cerca o tus familiares; ver un emotivo video que muestra fotos de todos los graduados, en las que en realidad apenas si apareces; luego de eso seguiría un brindis y la cena más barata que haya encontrado el comité organizador y por último; el baile, tal vez lo menos horrible de toda la noche, no tengo ningún comentario negativo al respecto... Por ahora.
Son esas fiestas en las que no te puedes emborrachar a gusto, pues ahí estará tu madre regañandote por ponerle mas tequila de lo que deberías a tu vaso, o mas bien de lo que ella crea conveniente. Eso, a mi edad, no debería llamarse fiesta.
En unas cuantas horas será la graduación de un par de amigos míos, lo sé, no debería quejarme tanto de una fiesta que ni siquiera es mía, ¡pero joder! no es mi culpa que las fiesta de graduación sean tan horrendas y sea el único que lo admita, además, si para colmo no me gustan las fiestas de graduación, menos ganas me dan de asistir a la de mi ex novio. Sin embargo la orquesta en la participo tocando el violín hará un ¨número especial¨ en la fiesta, entonces estoy obligado a asistir, de esa forma podría existir la posibilidad de obtener un solo en nuestra próxima función y está el hecho de que Rubén es de mis mejores amigos y no quiero decepcionarlo al no ir a su graduación, lo cual si que es un gran motivo de celebración para él, estaba tan emocionado que no dejó de hablar de eso en todo el mes ya que, por algún motivo que nadie comprende, logró que lo metieran en el comité que organiza la fiesta, se tomó su papel tan en serio, como si fuera una celebración solo para él, incluso me contactó para que invitara a mi orquesta a participar.
Debo admitir que en estos momentos mi mayor preocupación no eran los nervios de tener que tocar bien el violín, sino volver a ver a Samuel, hace tres semanas que terminamos y desde entonces no hemos tenido el más mínimo contacto, creo que hasta me bloqueó en Facebook.
¿Qué corbata será la adecuada para reencontrarte con tu ex?
Cuando me decidí por ponerme una corbata lisa azul marino que, según yo, combina con mi camisa blanca y traje negro, ya se me había hecho un poco tarde y tuve que salir poco menos que corriendo de mi casa, como vivo solo no me veía con la obligación de despedirme de alguien, ni siquiera tengo mascotas. Mire el reloj que marcaba las 5:48 de la tarde, la ceremonia de entrega de papeles iniciaba a las seis en punto, el autobús pasa cada diez minutos y hace de quince a veinte en llegar al auditorio. Tomando todo lo anterior en cuenta, me eché a correr lo más rápido que mi condición me lo permitía, necesitaba hacer más ejercicio... Y un auto.
Corriendo a mi máximo, ya podía ver de lejos la parada y al autobús cerrando sus puertas y encendiendo el motor para arrancar a su próximo destino. Para mi suerte el chofer alcanzó a verme por unos de los espejos laterales al momento que yo alcé los brazos y los agitaba mientas gritaba que aún faltaba yo por subir, al subir al autobús pagué lo justo de abordaje, miré el pasillo del camión pensando dónde me podía sentar, apenas si había un alma abordo del bus, supongo que será por ser sábado y la gente a esta hora suele estar en fiestas como bodas, bautizos, cumpleaños, graduaciones. Al momento del que el autobús arranco, perdí un poco el equilibrio y sólo mi mano sujeta a un tubo metálico a lado mio pudo detenerme de una patética caída sobre mi trasero, esa fue señal suficiente para saber que ya era hora de escoger asiento. Me decante por sentarme en el tercer asiento de la fila izquierda, aprovechando que es de los tantos que está completamente vacío para poder mirar por la ventana.
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Interrogante de Amor -OneShot-
Fanfiction¿Para qué nos aferramos a un imposible? ¿Para qué intentar recoger las cenizas de lo perdido? ¿Para qué seguir teniendo la ilusión de recuperar lo ya extinto? No dejaba de hacerme las mismas preguntas desde que te fuiste... ¿Qué mata más rápido? ¿U...