Después de la batalla final nadie juzga más por el tipo de sangre y la profesora Mcgonagall les dió a todos los alumnos un magicphone. Draco Malfoy deja los rencores de lado y pide disculpas a quién más había lastimado, a Hermione, esa chica castaña que era tan importante para él. Los alumnos empiezan a hablar más entre ellos gracias al magicphone, en especial Hermione y Draco...