Disfrutaba del ruido que solía haber cada noche en Liyue, no era escandaloso, de hecho incluso lo conseguía tranquilizar en las noches. No podía contar todas las veces en las que caminó junto a él en el puerto bajo la luz de la luna, la sensación de calidez que emitía lo conseguía tranquilizar aún siendo un duro día de trabajo. Aún si el sueño lo consumía, permanecía despierto pues sus propios pensamientos se burlaban de él... La idea relacionada a un futuro abandono... ¿Era normal? No, ¿quizá si? Buscó el modo de conciliar el sueño en aquella noche. Necesitaba olvidarse de ello.