¿Os cuento dos chistes?
1) Esto era una niña que iba por el paseo marítimo con su bicicleta, y tenía un chocobollo (bollo de chocolate) en el sillín de atrás. Mientras estaba avanzando, el chocobollo se cayó al suelo. Y le dijo:
—Chocobollo, como te vuelvas a caer te tiro al mar.
Siguió con su bicicleta, y unos metros después se volvió a caer el chocobollo, y le dijo:
—Chocobollo, como te vuelvas a caer te tiro al mar.
Por última vez, se volvió a caer, y la niña tiró el bollo al mar.
2) Un hombre en un crucero le iba a pedir matrimonio a su mujer. Le enseñó el anillo y le dijo que si quería casarse con él. No obstante, la mujer le miró y le dijo:
—Eso es demasiado fácil. Si encuentras el anillo, me caso contigo. Puedes bucear, nadar, buscar… me da igual cómo lo hagas, si lo encuentras, me caso contigo.
El hombre se tiró al mar y buscó, buscó, buscó…
Pero nada.
Al día siguiente le compró otro anillo, y le pidió una cita en un restaurante. Cuando llegaron, pidió una langosta para él, y una ensalada para ella. Pero cuando abrió la langosta, había algo dentro. ¿Queréis saber qué es?
Un puto chocobollo.