Veo la marca que dejaste en mi piel, la que se ha negado a desaparecer aún cuando tú lo hiciste, y con lágrimas reniego, a veces deseo que se borre porque es el recuerdo de que nunca vas a dejar de ser importante para mí y a veces deseo que nunca se vaya porque es algo que tú hiciste, es la marca de pertenecía que me ata a tí.