✦ — 2.5K ✦
A veces olvido que detrás de cada lectura hay una persona real.
Hoy lo recuerdo con fuerza.
Cuando escribí las primeras líneas de Metanoia hace más de cinco años, no nació como una historia. Nació como un grito silencioso, como una pregunta que no sabía cómo hacer en voz alta. En un momento donde el mundo pesaba demasiado, escribir se volvió mi única forma de seguir aquí.
No tenía valor para rendirme…
pero sí tuve valor para imaginar qué quedaría de mí si lo hiciera.
Y ahí comenzó todo.
Metanoia nació desde la depresión, la ansiedad, y otras sombras que cargué sola.
De mis heridas, mis miedos y mis noches más largas.
Por eso este libro no es solo ficción:
es un pedazo real de mi historia, una cicatriz que decidí transformar en palabras.
Hoy veo 2.5K lecturas y no las entiendo solo como un número.
Para mí son 2.5K ojos que se atrevieron a entrar en una historia oscura,
2.5K manos que sostuvieron capítulos escritos desde el temblor,
2.5K corazones que le dieron espacio a mis personajes
—que nacieron para salvarme cuando no sabía cómo salvarme yo misma—.
Gracias por leer algo que nació de mi dolor.
Gracias por abrazar a Alessia, por sentir a Asher, por resistir junto a ella.
Gracias a quienes vienen de diferentes ciudades, estados y países,
y le dan vida a una historia que alguna vez pensé que nadie leería.
Ustedes transformaron una despedida en un camino.
Una herida en una voz.
Una oscuridad en un lugar donde ahora puedo respirar.
De verdad, gracias por estar aquí.
Por leer.
Por acompañarme.
Metanoia sigue creciendo,
y yo también.
— Lizbeth Bernal