((🍃));;yaten

Por otra parte, el chico de cabellos blancos sólo se cuestionaba de donde habría salido aquel chico, es decir, pocas veces hablaba con chicos como él, con suerte dirigía pocas palabras con sus fans — a quienes por cierto, repudiaba con toda su alma — y con aquel grupo de chicas de la rubia de coletas. En cierto modo, le recordaba de alguna forma a aquella gata negra con una luna que se había aparecido alguna vez frente a él.

@-TellMeYatenKou
            
            Este no hizo más que recostar su cabeza en el pecho del otro gracias a las caricias y lo tranquilizantes que le parecían. Había visto que muchos entrenadores le daban ese tipo de cariños a sus pokémon, Aunque era más que claro que el peliblanco no era un entrenador y el no era una de aquellas criaturas. Pero, si el chico le trataba de ese modo significaba que ahora aquel peliblanco era su dueño ¿No era así?

— ¡W. . Wah! — Gritó levemente el de cabellos blancos, para luego darse cuenta que se trataba de aquel chico del otro día, a lo que sólo sonrió levemente, para luego comenzar a acariciar los cabellos de este como si de una madre se tratase. — Oh, eres tú. Es un gusto que vengas a visitarme.

— Pero no está Minako, así que no puedes hacerlo.

Adios yaten - se despidió el pelinegro del peliblanco - te veo des pues 

— Está bien. — Y sin más que decir, se despidió con una mano, comenzando a caminar. — Te veo por allí, Seiya.

Ok no te molestes en otra foto me are un poco bajo para no opacarte que te pare se mi idea -  decía el pelinegro con una sonrisa 

— La verdad, me da igual. De todas maneras, gracias.

— No te preocupes, las bienvenidas me dan igual.

— Si te soy sincero, me dan igual las bienvenidas.

— Muchas gracias.