Entonces ahí estaba, terminando de añadir las últimas gotas de color, esas que iban del más claro al más oscuro, del más triste a el más feliz, así como mis recuerdos...como mi vida. Del lienzo caían gotas, otras salpicaban más que otras, pero no dejaban de ser colores ni de caer. Los colores han sido los únicos capaces de describir mi vida y mi historia, por ahora.
-C.S.