-candy__ocsofi

DENME A SHADOW MIIIILK

ranma__sticks

❝⠀⠀───⠀⠀⠀/la fémina al escuchar el saludo del inicio mostró una posición de ataque, achinando los ojos con desconfianza, pero al no recibir una amenaza se acercó lentamente hasta la pata contraria y la estrechó con cautela.         ¿sofi...?  descuida, yo tampoco soy buena en eso.
          
          
          ;           gracias ♡♡♡♡ soy pikii, pronombres femeninos sisi
          sisi a todooo, m encanta el pan-

-sailor__aesop

COMO QUE DEL CAZADOR??? Damn, ojalá ser ese… todos los cazadores que me tocan me cagan a palos TT 

-sailor__aesop

Al menos el Wu Chang lo regañó, pero igual que mala onda el Ithaqua, snif 
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-sailor__aesop

AYY, QUE BONITOOO, PERO POBRE DE TI 
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1-800-MORNINGSTAR

Se tensó al sentir su toque, la calidez repentina de su abrazo era un contraste absoluto con el gélido agarre de su poder. Era como una taza de té caliente en pleno invierno, inesperada y, sin embargo... bienvenida.
          
          —Está bien, está bien —susurró de vuelta, sus brazos envolviéndola torpemente, con el corazón latiendo rápido en su pecho. Nunca se había sentido así antes, era aterrador y emocionante a la vez.
          
          Se sentía... vulnerable.
          
          Había olvidado lo que era eso, la suavidad y el calor de otro ser vivo.
          
          Shadow Milk Cookie se separo un poco sus ojos buscando en los de ella cualquier señal de ira, miedo. seco sus lagrimas con la punta de sus dedos. 
          
          — ¡Ya, ya! Te ves fea llorando. — y procedio a sobarle las mejillas con violencia y hacerle cosquillas leves en el cuello. 

-candy__yashiro

Si la llevas a un psicólogo, yo con gusto acepto la adopción
          asterisco dar flores asterisco

-candy__yashiro

Revivió la literatura
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-candy__yashiro

WEY YO JALO KAISKSKS
            nah me diste la idea de hacer un rol en el q van al psicólogo y el wey les dice: "Ostias, a ustedes Dios las abandono"
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1-800-MORNINGSTAR

El albino que hasta ahora habia mantenido su mascara de sadismo puesta, sintio un quiebre en esta misma porcelana al notar el estado de panico en que la chica habia caido. él quien alguna vez se habria deleitado en las saladas lagrimas de su victima, se encontro hasta perturbado por el puro panico. 
          
          "¿Qué estoy haciendo?" Una pregunta genuina y cruda se colo en su mente. 
          
          Rompio el tenedor con un movimiento de su mano contra el suelo, deshaciendo la ilusión que había creado. La atmósfera oscura y opresiva que había tejido alrededor de su presa se disipó en un parpadeo. 
          
          — hey, hey. — empezo, el color de su voz se descongelo. Pasando de frio deleite de ver a alguien sufrir a una preocupacion tangible. Su mirada antaño cruel, ahora eran dos pozos profundo de algo mas... humano, culpa. 
          
          Dudo. ¿Hace cuanto no dudaba de algun movimiento suyo? Todo parecia tan actuado cuando se trataba de él, pero ahora su desplazamiento era torpe e incluso motivado por su propio miedo. Tomo la cara de la chica, acariciando su rostro para anclarla a la realidad. 
          
          
          — Oye... oye, ya pasó. —Su tono era bajo, susurrante mientras mecia a ambos como podia. — No era real, ¿de acuerdo? Lo siento.
          
          No estaba acostumbrado a disculparse, pero salio de forma natural debido a quien iba dirigido. 
          
          
          — No pensé que... reaccionarías así. No volveré a hacerlo.

1-800-MORNINGSTAR

El bufon pauso por un breve instante, el trozo de galleta de diferente sabor aun en sus dedos de jengibre. Su mirada dispareja crecio en intensidad, su expresion casual cambio con una ligera curva de su labios revelando una mueca maliciosa en naturaleza. 
          
          — Ah, querida cierva, ¿acaso no es la curiosidad el motor de toda gran tragedia? — tomo otro mordisco esta vez dejando que el pedazo se derrita en su boca para saborearlo mejor. 
          
          Como ex-heraldo del conocimiento no era un ignorante, por lo que sabia exactamente lo que hacia al mostrar con su accion ya la falta de... vida que irradiaba del ser que antes era. Atrapada en dos mundos, la linea entre bocado y animal no era demasiado distinta bajo lo ojos de un depredador. 
          
          Uso su baston esta vez para tantear la barbilla de aquella de  ojos grisaceos cual tormenta. No fue agresivo, sino mas como un jugueteo breve para que se pusiera derecha. 
          
          — Tu transformación... fascinante, ¿no lo crees? Es como si estuvieras siendo reescrita por un narrador caprichoso.
          
          Esta vez la punta de su baston choco contra el suelo, el escenario cambiando a lo que parecia ser una mesa enorme, y ellos. Encima de un palto gigantesco. Su baston se deformo en un tenedor. Arrancando otro pedazo del brazo con facilidad y llevandolo a la boca ajena en un gesto de avioncito.
          
          — Dime, Querida... ¿cómo se siente ser un enigma incluso para ti misma?

1-800-MORNINGSTAR

Bajo un cielo nebuloso, donde los rayos del mediodía se filtraban tímidamente entre las nubes, dos figuras se encontraron lejos de cualquier reino conocido.
          
          Shadow Milk Cookie avanzaba con pasos ligeros, casi flotantes, sobre un terreno árido. Su silueta se detenía ocasionalmente para observar con ojos desiguales y penetrantes el paisaje que se extendía ante él. El aire estaba quieto a su alrededor, como si incluso la naturaleza temiera su presencia.
          
          No muy lejos, aquella cierva se encontraba. Partes de su cuerpo brillaban con una textura inquietantemente dulce: una galletificación lenta y cruel que parecía devorar su esencia misma.
          
          El bufon la notó de inmediato, su sonrisa torcida revelando dientes que parecían cambiar de forma con cada palabra que no decía. Algo en la transformación de la femina le resultaba alarmante, pero también... deliciosamente intrigante. 
          
          — ¿Qué clase de obra macabra es esta? — murmuró para sí mismo, mientras su mirada recorría las grietas dulces en la piel de la joven.
          
          Acercándose, su hambre, tanto literal como metafórica, comenzó a imponerse. Con un movimiento tan rápido como calculado, arrancó un pequeño trozo de la galleta que comenzaba a formarse en el brazo de la cierva.
          
          —Curioso sabor, — dijo, su voz carecia de teatralidad como si estuviera dejando su mascara de grandiosidad y hablando del clima en su lugar.
          
          ;; PERDON ME TENTE.