La nostalgia me hace cosas extrañas. Como querer regresar a tiempos dónde no era feliz, pero al mismo tiempo anhelos la sensación que me traía estar en mi lugar seguro. Este era mi lugar seguro. Me pone sentimental pensar en el pasado de esta forma, saber que la juventud pasa rápido y hubo mucho tiempo desperdiciado. Es extraño pensar en toda la gente que conocí, saber que las posibilidades de volver a interactuar con ellos es mínima y que pasaré los siguientes años preguntándome si ya sanaron, guardando mi recuerdos como una cicatriz cerca de mi corazón. Recuerdo pasar noches en vela, leyendo sobre mis aventuras junto a mis personajes favoritos, levantarme para ir a la escuela y continuar con mis lecturas ahí, me hacia feliz. Era mi refugio. Mis gustos cambiaron con el tiempo, de la mano de mi vida y mis añoranzas, pero sin importar los años recorridos mi alma jamás me permitirá olvidar la euforia que corría en mis venas con las emociones que traían mis amigos del cine. Sé que estoy mejor ahora, sé que cometí errores en esos años y derramé mi propia vida en el reloj, sé que no vale la pena cambiar lo que tengo ahora por una horas bajo las mantas leyendo, pero a veces no puedo evitar preguntarme que pasó, quizás la nostalgia solo sea producto de una adolescente qué ha crecido. Extraño lo que recuerdo, pero también estoy agradecida por permitirme vivir esto con ustedes y con ellos.