— lo abrazó muy fuerte y sonrió besándole la carita con mucho cariño y amor, de vez en cuando mordiéndole un poquitito el cuellito y dejando marquitas al mismo tiempo que le decía cosas bonitas — ¡te amo!
— tuvo que separarse después de un rato, suspirando mientras lo miraba con ojitos brillosos y un pucherito — mi amor, ¿sabías que te amo mucho y que eres el amor de mi vida?